EL MAZO DERRUMBA AL GIGANTE.

por Jalyv. Cronista.

¡Cuántos años! ¡Cuántas anécdotas! ¡Cuántos ires y venires! ¡Cuántas generaciones atestiguó el Gigante de la Plaza Principal de Villa Hidalgo!

Hoy inició su derrumbe. Lo que no hizo el tiempo inmisericordie lo logró en pocos minutos la maza del operario...Se empezó por la cupulina y se siguió con la parte donde se abrieron las "mirillas". La protesis metálica y los polines que los sostuvieron durante casi tres años no pudieron evitar el derrumbe.

Se dice que está "en restauración". La evidencia visual dice que es el derrumbe. Se dice que se desprendió más del muro que lo ató durante décadas a la Casa Cural; era de temerse y de esperarse. El "Gigante" no podía soportar más.

¿Habrá un "Nuevo Garitón"? Esto es lo más probable. Aquel del ayer ya no. La incuria humana lo fue dañando, lo abandonó, lo quebró.

Allí se paró alguna vez el Padre Calatayud para asediar la ingenuidad de "La Curra".

Allí solía reunirse la Banda que acompañaba con su música a los "angelitos" que llevaban al panteón municipal.

Allí, daban vuelta los corceles después de las 9 de la noche que mandaba aquel temido presidente municipal, llevando jinetes Vigilantes de órdenes incomprensibles.

Allí tropezaba el viejo carretón de la basura con una "zapata" saliente de mampostería maciza, que a veces provocaba la volcadura del desvencijado vehículo.

A la vera del Garitón o Baluarte se armaron incontables cantidades de Fiestas religiosas y paganas.

El Garitón fue como el pináculo de la Calle Derecha, la que antes se llamó Calle del Tránsito y que después adquirió el nombre de Silvestre Barajas.

El Baluarte del Paso de Sotos que dio pauta al Primer Cuartel de los tradicionales doce que hubo por casi ciento cincuenta años.

El Garitón hoy fue quebrado, roto, demolido (no todo), por el poder de la Maza sostenida con mano firme de hombre que conoce su oficio...El Demoledor.

Digamos el "Requiescat..." por el que ha pasado a formar parte entre los Muertos: "Requiem aeterna doneis domine. Lux Perpetua. Lux edei." [Escrito con profundo dolor, que no permitió encontrar palabras más optimistas y esperanzadoras].